Silenciosa y sin derechos. Así trabajó durante años una mujer en un hotel de Bariloche, cumpliendo múltiples funciones sin contrato, sin obra social y sin aportes jubilatorios. Hasta que un día, simplemente le dijeron que no volviera más. Sin telegrama, sin explicaciones, sin un peso. Pero no se quedó callada. La historia terminó con una sentencia millonaria.
La empresa Cerro Tronador S.A.S. deberá pagarle más de $6.600.000 por despido injustificado y falta de registración. El fallo fue dictado por la Cámara del Trabajo de Bariloche, con las firmas de las juezas Mariana Pérez Pysny y Alejandra Paolino, en una decisión que podría marcar un precedente importante en el ámbito hotelero de la región.
La mujer había trabajado sin registrar durante años. Declaró haber hecho de todo: cocinar, limpiar, atender huéspedes. Cuando fue echada sin aviso formal, inició una demanda en la que aportó pruebas sólidas: telegramas, testigos clave y documentación enviada a la AFIP para denunciar su situación. La Justicia le dio la razón.
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El tribunal reconoció su derecho a cobrar indemnización por antigüedad, preaviso, salarios adeudados, aguinaldo e integración del mes de despido. Además, rechazó un planteo de inconstitucionalidad por parte de la empresa, alineándose con el fallo “Machin” del STJ.
Otro punto clave fue la entrega de certificados laborales. Aunque se rechazó una multa automática, el tribunal intimó a la empresa a entregarlos en 30 días, con la advertencia de que, si no lo hace, deberá pagar $5.000 diarios por cada día de demora.