La aprobación de la Ley de Ficha Limpia en Neuquén generó reconocimiento en el ámbito político provincial y contrastó con el fallido intento del Congreso nacional de avanzar en una norma que impida a los condenados acceder a cargos públicos. El ministro de Planificación, Rubén Etcheverry, celebró la sanción local y apuntó directamente a la falta de acuerdo entre los partidos nacionales.
“Mientras en el Senado no se logró aprobar esta gran demanda de transparencia de la sociedad, en Neuquén se avanzó con la Ley 3498, que establece estas limitaciones”, subrayó el funcionario. Para Etcheverry, el contraste refleja una diferencia de fondo: la firme voluntad política del gobierno neuquino, encabezado por el gobernador Rolando Figueroa, y el trabajo conjunto con todas las fuerzas políticas de la Legislatura.
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El ministro remarcó que la clave fue el consenso, un valor que consideró central para alcanzar una ley tan significativa. “No es sencillo, es mucho más fácil pelearse. Pero nosotros optamos por acordar, por escuchar a la oposición y responder al reclamo de la gente”, señaló. En ese sentido, criticó la actitud que predomina en la política nacional, donde las discusiones terminan en enfrentamientos estériles.
Etcheverry también valoró que la ley haya sido votada por amplísima mayoría, lo que da cuenta del respaldo institucional y social con el que cuenta. “Fue una respuesta concreta al reclamo de transparencia y renovación política que viene manifestando la ciudadanía, tanto a nivel nacional como provincial”, sostuvo.
Finalmente, lamentó que en el Congreso nacional las iniciativas como Ficha Limpia sigan trabadas. “Lo que vemos a nivel nacional son acusaciones gravísimas cruzadas entre dirigentes, una situación que desgasta a la política, aleja a la gente y no contribuye a construir un país más justo y transparente”, concluyó.