En un mundo en que todo se encuentra a un click de distancia y en que, cada vez más, crece la consciencia por el cuidado del medio ambiente, el mercado inmobiliario no quiere quedarse afuera del escenario. En ese contexto, surgen nuevos modelos de viviendas, que están ganando en popularidad y que combinan el reciclaje con soluciones habitacionales.
Este es el caso de las “casas contenedores”, viviendas que se construyen reutilizando los contenedores marítimos, es decir, reciclando los containers que viajan en los barcos transportando mercadería, para darles un nuevo destino: ser la casa de una familia, un espacio de oficinas o cualquier otro uso inmobiliario que quiera dársele. Y uno de los factores más llamativos es que se pueden comprar a través de la plataforma creada por el empresario argentino Marcos Galperín; aunque vale aclarar que Mercado Libre no es el único portal inmobiliario que las ofrece, ya que Amazon también cuenta con viviendas prefabricadas de este tipo.
Entre las ventajas destacables de estos inmuebles, se encuentran los plazos cortos de entrega, ya que pueden estar listas en seis meses o incluso menos. También resalta el hecho de que son estructuras recicladas, que reducen la contaminación ambiental, ya que dan un segundo uso a una estructura existente que, de otra forma, se desecharía; además resalta su resistencia por estar hechas de acero, preparadas para soportar inclemencias climáticas en los viajes por el mar, y la posibilidad de transportarlas. No es menor el hecho de que pueden agregarse otros módulos al original, lo que posibilita ampliar la vivienda cuando se necesite; también que pesa menos que una casa de hormigón o de acero normal.
Ahora bien, especialistas del sector advierten que el contenedor fue diseñado para transportar productos en un barco, no para vivir. “Es una cáscara de metal que refleja el sol, en la que entra agua, acumula calor, que estructuralmente no está aprobado ni verificado por normas de cálculo, por lo que usarlo como casa no es un buen destino”, alerta Lucas Salvatore, presidente de Idero.
De todas formas, otros especialistas del sector, como el caso de Dice Containers, empresa argentina constructora de casas container, explican que muchos no cumplen con los códigos urbanísticos, pero existen algunos jugadores del sector que sí los respetan. “Si el contenedor se utiliza flaco y largo como viene del puerto, no se respetan las medidas mínimas interiores. En nuestro caso, cumplimos todas las normativas municipales argentinas, por lo tanto, las casas Dice son aptas para habilitación municipal”, explica el ingeniero José A. Vives, dueño de la fábrica.
En Mercado Libre, actualmente, se pueden encontrar publicaciones desde $13.000.000 hasta $35.000.000, y en dólares se publican avisos de casas desde US$18.000 -de 27 m²- hasta US$108.000 -con 60 m² y tres ambientes-.
También hay otras opciones, que detallan desde Dice Containers: una casa estándar de 90 m², de cinco ambientes y dos baños se vende por US$65.381. La vivienda viene con revestimiento térmico interior de lana de vidrio, instalación eléctrica interior embutida, conexiones de agua, entre otros.
También hay opciones más económicas: una casa container un poco más chica, de 60 m², cuatro ambientes y un baño, se vende por US$44.465. Otro de los modelos de 30 m², dos ambientes y un baño se consigue por US$26.740. Por último, otro de los modelos estándar, de 15 m² y un solo ambiente, se ofrece a US$18.369.
No es menor señalar que son viviendas que se pueden comprar financiadas, aptas para adquirir con un crédito hipotecario del Banco Hipotecario. Otro dato interesante es que los fabricantes ofrecen la opción de contratar el servicio de traslado e instalación del contenedor en el terreno donde se establecerá la casa.
Un primo hermano lejano: las casas modulares
Otros inmuebles que se construyen por módulos, aunque están diseñados específicamente para vivienda y cuentan con algunas ventajas mayores, son las casas modulares. En un contexto en que la posibilidad de tener una casa propia vuelve a surgir entre las conversaciones de los argentinos, dado el resurgimiento del crédito hipotecario, muchos se preguntan qué tipo de vivienda conviene comprar. Además, en un momento en que el costo de construcción acumula un aumento del 126% desde octubre de 2023, según los últimos números de Zonaprop, aparece la inquietud de qué se puede adquirir o construir por precios accesibles, pero manteniendo la calidad.
En ese escenario, las casas modulares (pero que no toman como base estructural un contenedor marítimo) vuelven a tener protagonismo. Son viviendas que se construyen a través de la fabricación en serie, al igual que se hace en la industria automotriz. En otras palabras, en lugar de ir al terreno e ir levantando poco a poco la casa, se construye casi todo en una fábrica, con distintos procesos que van desde la generación y armado de la estructura, hasta las terminaciones finales. Una vez lista, se transporta en partes, en camiones con carretones, al terreno en donde se ubicará.
Según especialistas consultados por LA NACION, los costos de levantar una casa con tecnología modular están en el mismo nivel que la construcción tradicional. Sin embargo, dado el volumen que pueden adquirir al construirse en serie, en algunos casos su costo de encuentra entre un 20% y un 25% debajo de una casa tradicional económica, aunque presentando todas las ventajas que tiene esta tecnología.
Es que, a pesar de que existe una amplia variedad de opciones, modelos y precios dentro del universo de las casas modulares, muchas de sus ventajas son compartidas: brindan una calidad más controlada, ya que se fabrican en planta, lo que permite una precisión de 2mm; tienen mayor velocidad de ejecución (en algunos casos, se levantan en dos meses), utilizan un proceso más sustentable con menor impacto ambiental y pueden hacerse con materiales con posibilidad de reciclarse casi en su totalidad. En este caso, a diferencia de las casas contenedores, cuentan con muros diseñados para lograr una buena aislación térmica y con dimensiones para habitarlas.