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20 septiembre, 2024

Mundial de rugby 2023: llegan los protectores bucales inteligentes para cuidar a los jugadores y evaluar en tiempo real los golpes en la cabeza

Las medidas para cuidar la integridad de los jugadores tienen un costo deportivo: jugadores con licencia médica que pueden perderse uno o más partidos. El beneficio, la salud, justifica la pérdida momentánea. Los Pumas lo experimentaron con dos jugadores en este Mundial. El último fue Santiago Chocobares, quien debió ser reemplazado ante Gales por un topetazo y no recibió la autorización para reingresar. La decisión se ajustó a los protocolos de Evaluación de Lesiones en la Cabeza (HIA, por sus siglas en inglés) y el centro será dado de alta si los estudios de hoy son positivos. En caso negativo, deberá cumplir con las tres etapas de evaluación, tal como le ocurrió a Juan Imhoff, lesionado contra Chile.

El protocolo HIA establece tres etapas de evaluación durante una semana para aquellos jugadores que hayan recibido un impacto en la cabeza. La primera es la atención primaria en el campo de juego y el reemplazo inmediato para continuar la atención afuera, mientras se revisa la acción para advertir la naturaleza del golpe. Luego, la evaluación clínica.

Si el jugador responde a todos los estímulos, regresa al campo de juego como sucedió ante Japón con Francisco Gómez Kodela. En cambio, si al menos uno de los parámetros de la evaluación no despeja dudas sobre una posible conmoción, no regresa a la cancha. El diagnóstico se actualiza a las 48 horas y si no hay secuelas, el jugador puede volver a entrenar. En caso contrario, continúa con 12 días con prohibición de actividad física y controles, como sucedió con Imhoff.

Sin embargo, en un futuro cercano, cambiará el paradigma de identificación de diagnósticos de conmoción cerebral. La fase 1 del protocolo al que está siendo sometido Chocobares en las 48 horas posteriores al golpe, se reemplazará con el uso de un protector bucal inteligente que completará la evaluación durante el partido.

“Los jugadores de élite estarán mejor atendidos que nunca. Estamos sacando los protectores bucales inteligentes del ámbito de la investigación médica y colocándolos en el día a día del alto rendimiento para gestionar el bienestar de los deportistas de la mejor manera posible”, explicó el director médico de World Rugby, Eanna Falvey.

Juan Imhoff en el piso tras una fuerte golpe en la cabeza. Fotos Emmanuel Fernandez - Juan Imhoff en el piso tras una fuerte golpe en la cabeza. Fotos Emmanuel Fernandez – Tras una inversión de dos millones de euros para su desarrollo, WR implementará en 2024 este sistema. Parte de la investigación inicial fue realizada en el hockey sobre hielo y de allí la recomendación para que todos los jugadores utilicen los protectores bucales ya que, además de proteger la dentadura, pueden reducir el riesgo de una conmoción cerebral en un 20%. ¿Cómo son? Tienen una apariencia similar a los convencionales y se cargan en un estuche, del mismo modo que los auriculares inalámbricos, que además los desinfecta mediante una luz ultravioleta integrada.

La información llega en tiempo real a una aplicación. Su algoritmo calcula la fuerza, la ubicación, la dirección y el número de impactos, al tiempo que filtra falsos positivos de diagnóstico. La innovación se puso en práctica en el Mundial femenino de rugby. Todavía ninguna jugadora debió salir por los datos del protector. En caso de que los valores que arroje el dispositivo ofrezcan indicios de una lesión en curso, la jugadora golpeada -que tras la evaluación primaria continuó en cancha-, deberá salir inmediatamente y continuar con el protocolo establecido.

Los nuevos protectores se están testeando en el Mundial de Rugby Femenino. AFP)Los nuevos protectores se están testeando en el Mundial de Rugby Femenino. AFP) “Esa tecnología ha progresado hasta convertirse en parte integral de la evaluación de los jugadores fuera del campo, mejorando aún más el proceso de HIA que actualmente tiene una tasa de éxito del 90 por ciento en el diagnóstico de conmoción cerebral”, indicó Falvey.

Los protectores bucales serán necesarios tanto en los entrenamientos como en los partidos, lo que permitirá a los entrenadores adaptar mejor los ejercicios, las prácticas de tackle y la carga de entrenamiento para cada jugador: el análisis de los datos que entrega permitirá evitar acciones sque on peligrosas para la integridad de los protagonistas.

La World Rugby apoya los fundamentos científico sobre las enfermedades neurodegenerativas a largo plazo producto de los impactos repetidos en la cabeza. Por eso advierte la importancia de centrarse no sólo en las conmociones cerebrales, sino también en la fuerza cervical que pueden no ofrecer síntomas.

“Las últimas investigaciones y la opinión de los expertos nos dicen que debemos reducir las fuerzas que los jugadores experimentan en sus cabezas en todos los niveles del juego”, explicó Falvey, quien le puso su firma al pedido de la World Rugby. La Unión Argentina de Rugby (UAR) fue una de las que adhirió a la prueba global. Así, con tackles más bajos y el protector bucal inteligente, el rugby intenta que las viejas lesiones de juego dejen de ser una amenaza.

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