La imagen resulta familiar en muchísimos hogares de la Argentina: el repasador colgado de la puerta del horno, como si fuese un objeto decorativo. Estos retazos de tela, de distintos colores y diseños, están ideados para limpiar las superficies mojadas, dándole un aspecto pulcro a cualquier rincón de la cocina.
A raíz de esta costumbre, los expertos en el tema indicaron que no se debe colgar el repasador de la puerta del horno y dieron las explicaciones al respecto. Según científicos, esta acción es nociva para la salud por la proliferación de bacterias y malos olores que penetran en la tela.
El motivo se debe a la temperatura elevada y la humedad que existe en la puerta del horno, aun si se encuentra apagado. Es por eso que se recomienda retirar el paño de tela de ese lugar y ubicarlo en algún otro lugar donde el ambiente sea más templado y no favorezca a la acumulación de bacterias y gérmenes.
Otro punto a tener en cuenta, que podría empeorar el panorama inicial, es si el repasador entra en la manipulación de alimentos, lo que se conoce como contaminación cruzada.
Al estar contaminado el repasador, cuando ingresa en contacto con una tabla de alimentos crudos -puede ser una presa de pollo o un trozo de carne- puede generar un cóctel explosivo que afecta directamente al organismo generando focos de conflicto que derivan en enfermedades.
Además de lo mencionado, la higiene del paño de cocina es indispensable para el día a día. Lavarlo con abundante agua y jabón blanco desactivará malos olores y ayudará a mantener limpio el ambiente.
En numerosas ocasiones las manchas se impregnan en los repasadores dejando un aspecto desagradable a la vista. Además de la estética, estos paños de cocina son indispensables en el mundo gastronómico, por lo que, al estar en contacto con alimentos, deben estar impecables para no producir el fenómeno de la contaminación cruzada.
En pos de recuperar la apariencia y la pulcritud del repasador, los expertos idearon una fórmula infalible que los dejará como si fuesen recién comprados. Para ello habrá que tener a mano vinagre y jabón blanco.
Al fusionarse estos dos productos, la mezcla penetrará en el retazo de tela y lo dejará limpio y listo para utilizar. Para obtener este resultado deseado habrá que utilizar un balde con agua y medidas iguales de jabón blanco y vinagre. Al revolver, el repasador comenzará a liberar la grasa o suciedad impregnada.
Un experto en temas de hogar compartió en su canal de YouTube Decasa Style un método infalible para limpiar repasadores en el que emplea los dos productos mencionados anteriormente.