Quilmes se impuso 2-1 sobre Atlanta en el estadio Centenario por la fecha 25 de la Zona A de la Primera Nacional, pero el triunfo quedó en un segundo plano tras un bochornoso final que incluyó empujones, golpes y una pelea generalizada entre futbolistas de ambos equipos. Un nuevo episodio de violencia volvió a empañar el fútbol del ascenso argentino.
El escandaloso final de Quilmes vs. Atlanta
El partido se definió en tiempo de descuento, cuando Juan Ignacio Capano marcó el gol del triunfo para el conjunto local a los 49 minutos del segundo tiempo. Sin embargo, lo que parecía un festejo para Quilmes se convirtió rápidamente en un escándalo.
Instantes después del tanto, en una jugada dentro del área del Cervecero, el defensor de Atlanta Tomás Rojas le dio un cabezazo a Ramiro Martínez. El árbitro no dudó y le mostró la tarjeta roja directa. Rojas se fue expulsado, dejando a su equipo con nueve hombres, ya que previamente Caín Fara también había visto la roja.
Pero el momento más caótico llegó tras el pitazo final. Edwin Schultz agredió por la espalda a Francisco Rago, arquero del Bohemio, y eso desató una batalla campal.
Federico Bisanz se cruzó con Federico Pérez, Camilo Machado golpeó a Jonathan Dellarossa, y la violencia se apoderó del terreno de juego. Hubo empujones, insultos y múltiples enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
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Tanto el cuerpo arbitral como los cuerpos técnicos intentaron sin éxito contener la situación, en una imagen que dejó en evidencia el clima de tensión que se vive en la categoría, con varios equipos peleando tanto por el ascenso como por la permanencia.
Este episodio se suma a una preocupante seguidilla de hechos violentos en la Primera Nacional, lo que vuelve a poner en discusión la necesidad de medidas más firmes para frenar la escalada de agresiones en el fútbol argentino.
BP