El Gobierno obtuvo el jueves el visto bueno “técnico” del staff del Fondo Monetario Internacional de la primera revisión del acuerdo de facilidades extendidas firmado en abril. Lo informó el organismo, en un escueto comunicado en el que no reveló una de las mayores dudas que tenía el mercado: qué pasó con la meta de acumulación de reservas internacionales.
¿Hubo un waiver (perdón) por no haberlas cumplido? ¿Se modificaron las metas en el nuevo acuerdo (Luis Caputo dijo vía streaming que “este acuerdo es mejor que lo que habíamos firmado antes”? La semana que viene, muy posiblemente el jueves, se reúna el board del FMI para dar la última aprobación que se necesita para que se libere el nuevo tramo de US$ 2.000 millones del acuerdo. Quizá en ese momento se revelen las incógnitas.
Según las cuentas de la sociedad de Bolsa PPI, el incumplimiento de la meta de reservas fue de alrededor de US$ 4.600 millones en el segundo trimestre. Y habría que acumular US$ 7.000 millones hasta fines de septiembre para cumplir la meta del tercer trimestre, aunque esto podría haberse modificado..
“En nuestra opinión, hubo un cambio de enfoque en la acumulación de reservas cuando el Tesoro empezó a comprar divisas en el mercado oficial de cambios: habría adquirido alrededor de US$ 993 millones entre el 23 de junio y el 22 de julio a un tipo de cambio promedio de $1.248. No descartamos que esto haya sido clave a la hora de destrabar la revisión del segundo trimestre y el desembolso pendiente de US$2.000 millones”, opinaron en PPI.
El comunicado del Fondo decía que “se alcanzaron entendimientos sobre políticas orientadas a resguardar el cumplimiento del ancla fiscal, reconstituir reservas, reducir la inflación de forma duradera y continuar mejorando la claridad y el funcionamiento del marco monetario”.
Lo que el FMI evaluó fueron las metas del segundo trimestre, que es cuando arrancó el programa de US$ 20.000 millones. El Gobierno sobrecumplió la meta fiscal con un ahorro del 0,9% del PBI en junio (si no se contabilizan los intereses de la deuda capitalizada) y la pauta de emisión cero.
Al economista Gabriel Caamaño le llamó la atención la mención a la necesidad de “mejorar la claridad del marco monetario” y la relaciona con los movimiento financieros de las últimas semanas, luego del desarme de las LEFI y la disparada de las tasas de interés.
“Otro punto no menor es la referencia explícita a la acumulación de reservas: tras haberla desestimado como objetivo en fases de tipo de cambio más bajo, el Gobierno dio marcha atrás y reactivó compras, lo que sugiere que fue un tema central en la revisión técnica (del FMI). Sin embargo, el esquema de comunicación utilizado (evitan confirmar o desmentir frente a trascendidos de mercado) refuerza la opacidad y la pérdida de anclaje discursivo”, dice Outlier, la consultora de Caamaño, en su último informe.
“Mientras el discurso en torno al equilibrio fiscal funcionó como pilar en sus primeras etapas, su réplica en el plano monetario y en torno a la acumulación de reservas fue inexistente”, agrega.
Hacia adelante, la próxima revisión del FMI, donde se evaluarán las metas del tercer trimestre, será a mediados de noviembre, después de las elecciones. Si se aprueba, habrá un nuevo desembolso de US$ 1.000 millones.
NE