17 noviembre, 2025

La canasta básica subió más que la inflación y golpea a los sectores populares

El informe del Indec publicado este miércoles muestra que la suba en octubre de la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) fue del 3,1% respecto de septiembre. Al ser un aumento por encima de la inflación, que fue del 2,3%, marca que el incremento de los precios está afectando más a los sectores vulnerables.

Si bien los alimentos en promedio se ubicaron en el mismo nivel que la inflación, la suba de algunos de los más consumidos produjo el salto de la CBA. El pan, por ejemplo, aumentó casi un 5% y la cebolla más del 20%. Para aquellas familias que apenas tienen ingresos para poder comer, las consecuencias son graves.

La CBT, que determina el umbral de pobreza, alcanzó los $1.276.649 para un hogar tipo de cuatro integrantes en el Gran Buenos Aires. En tanto, la CBA, que marca el límite de la indigencia, se ubicó en $572.488 pesos. Cifras muy difíciles de alcanzar para millones de familias que sufren el desempleo, la precarización laboral y los salarios congelados.

Te puede interesar: La inflación se aceleró en octubre a 2,3 % y acumula 24,8 % en el año

En la inflación de octubre llaman la atención el crecimiento de los rubros transporte (3,5%) y los servicios como luz, gas, etc (2,8%). Esto se debe a la desregulación aplicada por el gobierno nacional que permite a las privatizadas elevar sus tarifas a niveles pocas veces vistos en las últimas décadas.

La pobreza, según el Indec, fue de 31,6% en el primer semestre de 2025, en tanto que la cantidad de personas por debajo de la línea de indigencia fue de 6,9%. La situación es más grave para las infancias, la pobreza afecta al 45,4% de las personas de 14 años o menos, son casi 5 millones en todo el país. Los datos implican similares niveles a los del macrismo en el año 2018, y reflejan una parte de la realidad que viven las mayorías trabajadoras que no llegan a fin de mes y cada vez deben endeudarse más.

La pobreza se disparó a más del 50% el año pasado luego de la brutal devaluación realizada por el gobierno de Milei a inicios de su gestión en diciembre de 2023, que hizo saltar aún más los precios, licuó salarios y jubilaciones, junto con un plan de ajuste que incluyó despidos y recortes fiscales. Si bien la inflación se desaceleró posteriormente, los ingresos no se recuperaron a la misma velocidad y aún hoy presentan pérdidas de poder adquisitivo muy graves. Una cristalización y profundización del ajuste impulsado por Macri y no revertido en el gobierno de Fernández.

También te puede interesar: Destrucción de empleo: se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo en la era Milei

En jubilaciones, Milei congeló el bono a la mínima en $70.000, consolidando graves pérdidas para los jubilados y jubiladas. Por los bajos haberes y el deterioro de las condiciones de vida, más de un millón de adultos mayores trabajan en blanco o en negro; en diez años aumentó casi 60% la cantidad de jubilados que trabajan. Esto sumado al ajuste sobre los trabajadores que dependen del Estado y el congelamiento de las paritarias para el sector privado, configuran los bajos ingresos de las grandes mayorías.

Con las políticas del gobierno nacional las condiciones de vida de la población no podrán mejorar. Milei y Caputo pretenden aprobar una reforma laboral que quitaría derechos a millones de trabajadores, mientras sostienen un precario equilibrio económico en base a endeudarse con Estados Unidos que sólo puede traer mayores problemas a futuro. Es urgente la recomposición de los ingresos de los trabajadores, los jubilados y sus familias para impedir que la pobreza y la indigencia vuelvan a crecer. Junto a declarar el desconocimiento soberano de la fraudulenta deuda externa para poder destinar los recursos en función de las necesidades de las grandes mayorías.

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS