YPF dio un paso firme para consolidar su presencia en Vaca Muerta con la adquisición de la participación de Total Austral en dos bloques clave de la formación: La Escalonada y Rincón de la Ceniza. A través de un acuerdo que se completará tras el cumplimiento de condiciones precedentes, la compañía pasará a controlar el 100% de las acciones de la sociedad titular del 45% de los derechos sobre esos activos. El resto permanece en manos de Shell Argentina (45%) y Gas y Petróleo del Neuquén (10%).
Con esta operación, YPF no solo suma volumen y control operativo, sino que refuerza el perfil estratégico de su portafolio, alineado con los objetivos de crecimiento y expansión de largo plazo en el sector no convencional. Las concesiones de ambos bloques tienen vigencia hasta 2051, lo que garantiza una plataforma de desarrollo extendida y previsible.
La Escalonada: más crudo para el Hub Norte
Ubicado en una de las zonas más productivas de Vaca Muerta, La Escalonada es un bloque orientado a la producción de crudo de alta calidad. Con esta adquisición, YPF potencia su capacidad actual y se asegura una fuente de crecimiento sostenido, que encaja de forma sinérgica con el desarrollo del Hub Norte, un clúster estratégico donde la compañía está consolidando infraestructura, logística y capacidad instalada.
En los últimos años, el Hub Norte —que incluye áreas como Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur— ha sido una de las regiones más dinámicas de la compañía, y este movimiento permite expandir el radio de acción y optimizar costos operativos. “La Escalonada es una pieza más en el rompecabezas de eficiencia y escala que YPF está construyendo en esa zona”, destacan fuentes del sector energético.
Rincón de la Ceniza: apuesta por el gas
Mientras que La Escalonada aporta músculo en petróleo, Rincón de la Ceniza está ubicado en la ventana de gas húmedo, una zona con fuerte potencial para el desarrollo de líquidos asociados al gas natural. Este tipo de hidrocarburos son clave para la estrategia de industrialización y exportación de YPF, especialmente en el marco del proyecto Argentina LNG, que busca posicionar al país como proveedor de gas licuado a nivel global.
El gas húmedo ofrece márgenes atractivos por la posibilidad de separar y comercializar líquidos como propano, butano y gasolina natural. Pero, además, tiene un valor estratégico creciente en un contexto internacional donde el GNL (gas natural licuado) se consolida como vector de transición energética. En este sentido, la adquisición le da a YPF un punto de apoyo fundamental para garantizar abastecimiento futuro al proyecto de licuefacción y exportación que planea desarrollar en Bahía Blanca junto a Petronas.
Un portafolio optimizado y global
La operación con Total se inscribe en una política activa de YPF para reorganizar su portafolio de activos, con foco en áreas de alto rendimiento y potencial estratégico. Desde la llegada de la nueva gestión, la compañía ha intensificado su presencia en bloques maduros y de producción probada, al tiempo que ha salido de áreas marginales o de bajo retorno. Este movimiento va en línea con esa lógica: consolidar posiciones en zonas productivas con impacto directo en la generación de caja y proyección exportadora.
Además, al adquirir el 45% que estaba en manos de Total Austral —una de las filiales del grupo francés TotalEnergies—, YPF gana autonomía operativa y capacidad de decisión en un entorno de joint ventures, donde la eficiencia y la alineación estratégica son claves.
La decisión también refuerza el posicionamiento de YPF como operadora de clase mundial en el segmento de no convencionales. Con más de una década de experiencia en Vaca Muerta, la empresa ha demostrado capacidad técnica, escalabilidad y liderazgo regional. Esta adquisición suma a ese camino: mayor control sobre bloques críticos, mayor flexibilidad para planificar inversiones y mayor capacidad para articular proyectos de integración vertical como el GNL.
por R.N.