El concejal del Frente Cívico, Martín Juez, se refirió al brutal ataque en redes que sufrió su padre por parte de Daniel Parisini, conocido en X como el “Gordo Dan”. El hecho se desencadenó tras el voto del senador en contra del veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad. En diálogo con Perfil Córdoba, Martín Juez expresó su indignación y calificó a Parisini como un “inadaptado” y un “ser nefasto” por los embates que también apuntaron a su hermana.
El ataque digital no solo generó un fuerte repudio en el arco político, que se solidarizó de forma transversal, sino que también dejó expuesto el nivel actual del debate público.
—Tu padre prácticamente no ha hablado en las últimas horas. ¿Cómo está después de lo sucedido en redes?
—Está un poco más tranquilo, pero el viernes estuvo muy golpeado. La verdad es que todo fue de una bajeza absoluta, un ataque desmedido, brutal, sin humanidad. No tiene ningún sentido, no se lo encontramos, porque no se están discutiendo ideas. Mi papá ya había sido claro, coherente y había votado según su convicción. Incluso es un tema que ya había hablado con el presidente Milei y con el jefe de Gabinete Guillermo Francos, que fue uno de los primeros en salir a responder. Hubo 63 votos afirmativos, no entiendo por qué ahora se la agarraron con él. Quizás sea el senador que más razones tiene para defender esta causa, porque es un tema que nosotros vivimos y sufrimos en carne propia.
—¿Hacen alguna lectura política de este ataque?
—No podemos entenderlo, ni siquiera en las formas. Es tan inhumano que nos cuesta creer que haya algo detrás de esto. Estos se denominan “el brazo armado de La Libertad Avanza” y son gente de Santiago Caputo. En principio desconocemos qué lectura se puede hacer. Uno no quiere entrar en el odio, es donde ellos se manejan bien, se esconden detrás de una cuenta. A veces cuando uno se enoja dice frases desafortunadas, la experiencia me irá dando mesura y tranquilidad. En un primer momento me expresé con bronca porque me descolocó leer ese nivel de violencia, como dirigente político, hermano e hijo.
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—El arco político en su totalidad expresó su solidaridad. Incluso el propio gobernador Martín Llaryora se manifestó. ¿Cómo tomaron esas muestras de acompañamiento?
—Fue muy alentador. Fue ver una gran ola de solidaridad. Por privado, se comunicó con mi papá y conmigo una parte muy amplia del arco político, lo mismo que mis colegas en el Concejo Deliberante. Es una lectura solidaria. En una Argentina democrática, nada justifica el agravio ni la descalificación. A uno le queda la tranquilidad de que somos más los que pensamos que en la política y en la vida no vale todo. Este ser nefasto y toda la gente que lo rodea, más allá de cualquier discusión política, creo que no deben tener idea ni deben dimensionar el daño que hacen.