La eyección de Franco Mogetta da continuidad a una “política” oficial desde que Javier Milei asumió la primera magistratura: la inestabilidad del alto funcionariado en sus cargos. Desde el ex jefe de gabinete, Nicolás Posse, que no logró superar los 6 meses de gestión, hasta ministros, secretarios de Estado o e titular de la ex AFI debieron abandonar sus puestos por el paso de una motosierra implacable que, en ocasiones, no tuvo que ver el pulgar para abajo del propio Presidente sino a consecuencia de internas palaciegas.
Con la salida del titular de Transporte, ya se fueron fueron desde el inicio de gestión de Milei unos 139 funcionarios políticos, según el exhaustivo relevamiento que lleva a cabo el sociólogo Pablo Salinas en su cuenta de la red social X. El Ministerio de Economía lidera el ranking de renuncias con casi un tercio del total. Según un relevamiento del “Observatorio de las Elites” del Citra- Conicet, la actual administración ha tenido “el mayor índice de renuncias en un año de toda la democracia”.
A principios de marzo pasado, había “renunciado” María Eugenia Colosia como Directora Nacional de Contenidos Audiovisuales e Imagen Institucional, un área que depende de la secretaría que comanda el vocero-candidato Manuel Adorni que intentó, procazmente, aducir que se trató de salida consensuada.
En febrero se había ido el secretario de Prensa, Eduardo Serenellini, casualmente luego de una larga “guerra fría” con Adorni que, con el aval de Karina Milei, logró desplazarlo. A principios de diciembre se produjo la salida de la titular del ARCA, Florencia Misrahi, que venía siendo cuestionada por la mesa chica del Presidente desde antes que cambiara la denominación del organismo recaudador.
El primer ministro en irse fue el efímero titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro, en febrero de 2024, que sorpresivamente falleció el miércoles 4 de diciembre de ese año. Luego sacudió al Gobierno la eyección de Posse, el mandamás del gabinete, un rol que paulatinamente fue ocupando Santiago Caputo aunque, en lo formal, la silla le corresponda a Guillermo Francos.
El despido del ex compañero de Milei en la Corporación América derivó en decenas de desplazamientos debido a que el denominado “triángulo de hierro” intentó quitar toda huella del paso del ex ministro coordinador por el Gobierno. El primero de esta mini-lista fue Silvestre Sívori, que abandonó la conducción de la ex AFI y fue sucedido por Sergio Neiffert, que también responde al asesor Caputo. Este último resucitó la SIDE y su cambio organizacional.
La salida de Diana Mondino de Cancillería también resultó conflictiva: tuvo que soportar meses de una no muy fue sofisticada “intervención” desde la Casa Rosada. Algo similar ocurrió con el entonces titular de Salud, Mario Russo, que terminó renunciando por no poder desprenderse de funcionarios que en verdad respondían a su sucesor, Mario Lugones, que tenía línea directa con el poderoso asesor presidencial. Durante años el “pibe maravilla” fue socio Rodrigo, hijo del ministro, en una consultora.
Durante varios meses el ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, fue el que realizó la purga más intensa del gabinete. La eyección a fines de mayo pasado del secretario de Niñez, Pablo de la Torre, provocó un terremoto político en el oficialismo por la gravedad de las denuncias con las que fue acusado (manejos turbios con los contratos OEI).
Pero quizás la primera renuncia de alto impacto de esta administración se produjo el 9 de febrero de 2024 cuando fue despedido el entonces titular de la Anses, Osvaldo Giordano, que fue reemplazado por Mariano de los Heros. Este abogado cumplió un solo año en su función: en febrero pasado fue eyectado por el propio Milei por adelantar la implementación de una reforma previsional, aún en estudio.
En Defensa también hubo varias defecciones. Quizás la más resonante fue la salida del ex titular de la Fuerza Aérea, brigadier Fernando Mengo, luego que fuera acusado de facilitar “servicios ejecutivos” a conocidos con aviones de esa arma.