Después de que el dólar blue rozara el martes los $ 1.050 y encendiera todas las alarmas, Sergio Massa puso en marcha este miércoles un nuevo – y probablemente poco exitoso- esquema de controles al dólar y a la batería de restricciones sumó la designación de un equipo de funcionarios para que sigan de cerca los operativos contra «delincuentes financieros».
Se trata del Secretario Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Ricardo Casal, el titular de AFIP, Carlos Castagneto, y su par de la Aduana, Guillermo Michel, quienes estarán a cargo del seguimiento de las causas judiciales que investigan operaciones irregulares o sospechosas en el mercado cambiario y bursátil.
Michel es un abogado y contador que fue la mano derecha de Ricardo Echegaray en la AFIP, asesor de Miguel Pichetto en el Senado y se convirtió en una pieza clave dentro del equipo de Massa. Hoy, está al frente de los controles de importaciones, los acuerdos de precios y muchos de los operativos en la city.
Desde el organismo recaudador, Castagneto es un hombre de confianza de Cristina Kirchner y diseñó junto a Michel buena parte de las medidas impositivas y cambiarias dispuestas por Massa. Antes de desembarcar en AFIP, fue futbolista, pasó por Desarrollo Social, Lotería Nacional y fue diputado por el Frente de Todos.
La tercera pata del equipo es Casal, un abogado que inició su carrera en el sector público como agente del Servicio Penitenciario Bonaerense en los años 70 y 80, fue funcionario de Educación en la gobernación de Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf y Felipe Solá, y exministro de Justicia bonaerense en la gestión de Daniel Scioli.
El Gobierno endureció los controles callejeros tras la corrida de abril pasado, los reforzó previo a las PASO y multiplicó los operativos en cuevas, bancos y sociedades de bolsa desde la semana pasada. Pese a las medidas, el blue subió un 190% en el año, el MEP intervenido 161% y el contado con liquidación 172%.
Preocupado por la corrida en curso a pocos días de las elecciones, Massa anunció el martes que «de acá al 10 de diciembre me voy a ocupar de ver esos 4 ó 5 pícaros en cana» y ordenó un monitoreo más estricto. «Irían por lo penal económico como por lo general y lavado, los quiere presos», dejaron trascender en Economía.
En tanto, para contener los dólares financieros, el viernes pasado se extendió el plazo de tenencia mínima (más conocido como parking) para operar CCL. Y este miércoles, se limitó la compra de MEP y CCL para clientes radicados en el exterior hasta $ 100 millones diarios y tendrán que avisar 5 días hábiles antes de operar.
Las medidas de los últimos días apuntan especialmente contra las sociedades de bolsa. Mientras la Policía Federal y el Ministerio de Justicia buscan disuadir los negocios en cuevas, los intermediarios entre quienes compran y venden acciones y bonos se convirtieron en el blanco de los operativos de AFIP y las disposiciones de CNV.
«Hacemos operatorias por cuenta y orden, los clientes finales deciden comprar y vender dólares, es la gente, el mercado, ninguna sociedad de bolsa tiene capacidad sola de hacer un golpe de mercado, son los clientes los que compran», señalaron desde una entidad financiera.
La lectura entre algunos operadores bursátiles es que el gobierno no va a rendirse frente a las presiones cambiarias y va a hacer todo lo posible para «llegar al fin de ciclo sin devaluar». Todo un desafío en medio de la caída de plazos fijos en pesos, los rescates de bonos en pesos y la pérdida de reservas del Banco Central.
Massa apuntó en las últimas horas contra Javier Milei por sugerir que la gente no debería renovar sus plazos fijos en pesos, tras reconocer que la suba del dólar favorece su plan de dolarización. El equipo del ministro, además, viene denunciando irregularidades con importaciones, operaciones cambiarias y financieras.
Los dichos de Milei sumaron tensión y los bancos salieron a pedir «responsabilidad». Pero en la city observan otros factores detrás de la corrida. «Obviamente pueden existir rulos, pero es marginal, acá tenés cantidad de multinacionales y empresa locales llenas de pesos que ahora están desesperados por salir», explicó un operador.
La cuenta que hacen es que la renovación de un plazo fijo en el año representó una pérdida del 20% en dólar MEP, ya que la tasa de interés que paga es inferior a la inflación. En ese contexto, los operadores no creen que baje el precio del dólar, pero sí ven que la última restricción reducirá los movimientos hasta las elecciones.