Continúa la empresa del Córdoba CF en Segunda División, más pautada, menos nerviosa, también un poco más acertada. Con ese abanico de emociones escapó el cuadro blanquiverde del pleito frente al Burgos en El Arcángel (2-2), al que el fútbol de plata volvió media década después de su marcha con un empate agónico. «Es una locura, ya desde el principio del partido, cuando hemos salido, ha cantado el himno todo el estadio. Es la primera vez que vivo algo así como local, es una locura, te motiva para salir luego al campo», apuntó Ander Yoldi, protagonista en el encuentro con su tanto para el empate sobre la bocina, analizando la actuación del plantel, a la vez que el margen de mejora y las sensaciones tras su primera experiencia como blanquiverde en casa.
Su debut casero
En ese perfil emocional, el atacante navarro, cedido este curso por parte del Osasuna -aunque con una opción de compra recogida en su contrato-, confesó haber experimentado una amalgama de sentimientos tras estrenarse como goleador: «Se me han pasado muchas cosas por la cabeza. Mucha ilusión, no podría haber empezado de mejor manera aquí, sobre todo por cómo ha sido y lo que ha significado el gol. Estoy muy contento», afirmó, valorando el impacto de su diana, que ya ha supuesto la cosecha del primer punto de la temporada 2024-2025 para los de Iván Ania.
En busca de convencer al técnico, precisamente, el ariete confirmó su disponibilidad para ocupar cualquiera de los sectores de la fase ofensiva, incluida la zona detrás del punta de referencia, lugar que frecuentó a lo largo del cruce: «Sabe que puedo jugar en varias posiciones arriba. Ha creído que lo mejor era que jugase por dentro. Trato de demostrar que puedo jugar en varias de ellas y estar en la que el míster crea que es la mejor», afirmó.
«Me voy pensando en esa ocasión, creo que ha sido el punto de inflexión del partido. Si hubiera ido para dentro, habría sido un partido diferente, nos habríamos puesto 2-0. La expulsión no habría pasado, estaríamos hablando de otra cosa ahora mismo», apuntó más tarde, haciendo referencia a su mano a mano fallido ante Cantero, que pudo suponer el golpe definitivo para la contienda.