La tragedia golpeó a la fuerza policial de Río Negro con el fallecimiento de Cristian Ricardo Aquevedo, integrante del grupo especial COER, quien sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) mientras trabajaba en un servicio adicional. La noticia de su muerte generó un profundo pesar en sus compañeros y en toda la comunidad.
Aquevedo, un policía con trayectoria y compromiso, permaneció varios días internado luchando por su vida, pero este lunes su cuerpo no resistió. Anteriormente, ya había enfrentado un problema de salud del que logró recuperarse, volviendo a sus funciones con la misma entrega de siempre.
Un último adiós entre honores y recuerdos
Este martes, sus restos fueron despedidos en la sala velatoria Diniello de General Roca, donde una multitud de efectivos de toda la provincia se acercó para darle el último adiós. Aquevedo, egresado de la promoción 73 de Sierra Grande, fue recordado con admiración por sus colegas, quienes lo describieron como un hombre de honor y servicio.
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Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la formación especial frente a la base del COER, donde sus compañeros realizaron el tradicional homenaje en su memoria. Un silencio solemne cubrió la escena antes del último toque de sirena, símbolo del respeto eterno de la fuerza policial hacia uno de los suyos.
El impacto de su partida quedó reflejado en cientos de mensajes de despedida en redes sociales. Entre las historias que surgieron, destacó la de un niño que lo veía como un héroe. El pequeño solía visitar el supermercado La Anónima, donde Aquevedo prestaba servicio adicional, y jugaba a custodiar el lugar junto a él. Su padre relató que el niño lo consideraba su amigo, sin saber que aquel hombre de uniforme representaba mucho más: el compromiso silencioso de quienes entregan su vida al deber.