El fuego, que ya ha consumido más de 3.000 hectáreas de bosque y destruido 140 viviendas, no solo ha afectado a las personas, sino también a la fauna local. En este contexto, Patricia Vidal relató en Radio 3: “Nos enfrentamos a un panorama muy complejo. Este desastre ha superado todo lo que habíamos imaginado”.
La magnitud de la tragedia dejó a muchos animales con graves quemaduras, mientras que otros quedaron sin hogar, perdidos en un entorno devastado. Ante esta situación, el grupo de voluntarios se movilizó rápidamente para rescatar y atender a los afectados.
Entre las historias de rescate, Patricia compartió un emotivo testimonio: “Rescatamos una gatita muy quemada que además estaba preñada. También ayudamos a evacuar animales de zonas como La Loma y Magín Ahogado. Fue un caos total, tuvimos que improvisar soluciones sobre la marcha”.
Sin embargo, la falta de recursos ha sido uno de los mayores desafíos. El grupo trabajó con una infraestructura limitada y sin los insumos necesarios, lo que complicó aún más su labor. “No teníamos ni caniles, pretales ni bozales suficientes. Gracias a las donaciones conseguimos algunos recursos, pero no alcanzan. Necesitamos comida, atención veterinaria y más herramientas para seguir ayudando”, explicó Vidal.
Aunque las lluvias lograron aliviar temporalmente la situación, el viento y la sequía han provocado que el riesgo persista. A pesar de todo, los voluntarios no bajan los brazos. “No podemos dejar de ayudar a los animales que están en tránsito, pero necesitamos que más personas se sumen a esta causa. Cada vida rescatada cuenta”, afirmó Patricia.
Captura.JPG
La comunidad de El Bolsón ha respondido con gran solidaridad, realizando donaciones y ofreciendo apoyo. Sin embargo, la demanda sigue siendo alta, y el grupo necesita más manos para continuar con su labor. “La situación se nos fue un poco de las manos porque no estábamos preparados, pero seguimos adelante. No podemos abandonar a estos animales”, concluyó Patricia con determinación.
Un llamado a la acción
El trabajo de estos héroes anónimos evidencia la importancia de la empatía en tiempos de crisis. Si bien los incendios han arrasado con todo a su paso, el espíritu solidario y la dedicación de los voluntarios son un faro de esperanza. Ahora, más que nunca, el grupo necesita del apoyo de todos para seguir salvando vidas y reconstruir lo que el fuego destruyó. Cualquier donación, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia.