La izquierda ultra radical está empeñada en aplicar un nuevo impuesto supuestamente al 1% más rico de la población medida típica del estatismo y del socialismo empobrecedor.
Esta idea está encabezada por el PIT-CNT, y por senadores de la izquierda ultra radical, como los comunistas Oscar Andrade y Constanza Moreira, y por el socialista Gustavo González.
El argumento es que con lo recaudado por este nuevo impuesto se combatirá la “pobreza infantil”.
La eterna mentira de siempre, colocar más tributos y afirmar que lo recaudado por ese tributo tendrá un fin loable.
Lo que ocultan estos tres senadores y la central sindical es que están imitando un impuesto aplicado por la dictadura comunista venezolana hace pocos años, y que ha sido un rotundo fracaso.
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Una copia del impuesto chavista
El Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) fue creado en 2015 bajo el gobierno del narco dictador comunista Nicolás Maduro, y fue reformado en 2022.
El propósito era gravar transacciones en divisas y criptomonedas, en un contexto de dolarización de facto en Venezuela, donde cerca del 70% de las transacciones en las principales ciudades se realizan en dólares u otras divisas extranjeras.
La reforma de 2022 estableció una tasa que varía entre el 2,5% y el 20%, aunque inicialmente se aplicó una tasa general del 3% para transacciones en divisas.
Para quienes no están registrados en el sistema bancario, la tasa puede llegar al 20%, sumando otros tributos como el IVA (16%).
Según el gobierno de Maduro, el IGTF busca recaudar dólares de “los más ricos y los grandes industriales y comerciantes”.
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Pésimos resultados
Como no podía ser de otra manera, el impuesto aplicado por la dictadura comunista venezolana ha sido un completo fracaso.
Lo único que provocó fue más ruina, más miseria, más hambre, más desocupación, y más inflación.
Pasados los años, todos los economistas serios coinciden en que en impuesto de la narco dictadura chavista solo trajo más ruina al país caribeño.
En Uruguay los sectores radicales del Frente Amplio encabezados por Andrade, constanza Moreira y Gustavo González, y por la central sindical frenteamplista PIT-CNT, están imitando a la tiranía venezolana.
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Quieren aplicar un impuesto que solo traerá ruina y miseria, y que es un ataque directo a las inversiones privadas que son las que verdaderamente generan empleo genuino.
Es un delirio ideológico muy peligroso para la estabilidad macroeconómica, y que de aplicarse solo traerá desastres.
El nuevo impuesto que están planteando los ultra radicales en Uruguay ya los aplicó a Maduro en Venezuela, y los resultados han sido calamitosos.
Es el socialismo decadente de siempre. Poner más impuestos para que los gobernantes lo malgasten, lo roben, y lo despilfarren.