30 julio, 2025

Viajar sin visa. El acuerdo entre Noem y Milei

Una nueva funcionaria de la primera línea trumpista llega a suelo argentino. Con la excusa del programa de visado, el gobierno libertario se reunió con una de las principales enemigas de los migrantes que residen en el país del norte. Luego de las visitas de Bessent (Secretario del Tesoro), Holsey (Jefe del Comando Sur), las declaraciones de Lamelas y ahora con la llegada de Noem, sumado a los reiterados viajes de esta gestión hacia EE.UU., se confirman los niveles de subordinación frente a las exigencias del imperialismo.

El presidente Javier Milei firmó este lunes un acuerdo con Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU. y figura clave en el gobierno de Donald Trump, para iniciar el proceso que permitiría a los argentinos ingresar sin visa a territorio estadounidense. Sin embargo, el anuncio —celebrado como un logro diplomático— llega acompañado de acuerdos en seguridad y defensa que refuerzan la subordinación del gobierno argentino a la agenda de Washington, mientras crecen el alineamiento estratégico y el aval a una funcionaria conocida por su retórica antiinmigrante.

El acuerdo

El memorando suscrito busca reintegrar a la Argentina al Programa de Exención de Visa (VWP), del que el país fue parte entre 1996 y 2002. Según el gobierno, el beneficio aplicaría para viajes turísticos o de negocios de hasta 90 días. Pero el proceso no es automático. Argentina deberá cumplir exigencias como; implementar pasaportes electrónicos con datos biométricos; aceptar la repatriación expedita de ciudadanos deportados por EE.UU. (en menos de 3 semanas); compartir información sobre terrorismo, delincuencia y pérdida de pasaportes con Washington; y someterse a evaluaciones de seguridad del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Contrario a las declaraciones de Alberto Föhrig, director de Cooperación Internacional, quien lo considera un “reconocimiento a la seriedad del sistema argentino”, este anuncio representa un paso más en la profundización de la política de subordinación del gobierno a las presiones estadounidenses. Lo que se presenta como una simplificación burocrática para viajar a EE.UU. se convierte en la excusa perfecta para alinear la política migratoria y de seguridad argentina con los intereses del gobierno de Trump.

Noem, ” La cazadora de migrantes” y los elogios a Milei

La visita de Noem —apodada “la cazadora de migrantes” por su historial de persecución a trabajadores extranjeros en EE.UU.— también evidencia las similitudes autoritarias entre su actuación y la de Milei y Bullrich en esta materia.

Por eso, no sorprende la sintonía entre esta funcionaria y el gobierno libertario. Alguien que promueve redadas y declara que “sacará la basura (inmigrantes) de las calles”, era previsible que elogiara a Milei por su “compromiso con la seguridad fronteriza” —un compromiso que el presidente ha materializado a través de la ministra de Seguridad y el ministro de Defensa. En los últimos meses, con los Planes Güemes y Roca, Bullrich y Petri han ampliado las atribuciones del Ejército argentino para operar en territorio nacional.Por otro lado, la funcionaria, perteneciente al ala dura de Trump, también es conocida por:

  • Negar el cambio climático y promover la explotación petrolera en reservas indígenas.
  • Oponerse a vacunas y barbijos durante la pandemia.
  • Defender políticas xenófobas, como el muro fronterizo con México.

Su presencia en Argentina solo refuerza el discurso de un gobierno que celebra acuerdos con quien impulsa medidas violatorias de derechos humanos contra la clase trabajadora de Latinoamérica.

Seguridad y defensa: ¿Cooperación o injerencia?

Volviendo al acuerdo, este incluye la creación de un grupo de trabajo binacional para identificar “prófugos” en Argentina. Por lo que este convenio representaría un avance del control extraterritorial de EE.UU. sobre políticas nacionales.

Pero esta intromisión no se limitaría solo a lo anteriormente mencionado. En paralelo, se habilitaron negociaciones en defensa, en línea con la presión estadounidense para que Argentina: reduzca vínculos con China, abandone el BRICS y acepte estándares de seguridad que podrían implicar la cesión de datos sensibles.

La injerencia de EE.UU. en Argentina no es nueva, pero desde la asunción de Milei se ha intensificado hasta niveles escandalosos. Las declaraciones de Lamelas, al expresar su intención de intervenir en las negociaciones de gobiernos provinciales, fueron la demostración más clara de esta avanzada imperialista.

Alineamiento total

La llegada de Noem se suma a la lista de funcionarios trumpistas que visitaron el país, consolidando un vínculo que trasciende lo diplomático. En cuanto a los requisitos del VWP, se obliga a Argentina, a adaptar sus sistemas legales y migratorios a demandas estadounidenses, lo que representa un nuevo avance en la pérdida de soberanía.

Al mismo tiempo, y en referencia a la llegada y negociaciones con todos estos funcionarios yanquis, la presión geopolítica de los Estados Unidos en esta zona se incrementa. Esto queda representado, al ver como Milei y toda su gestión ceden ante las exigencias estadounidenses, por ejemplo, con los pedidos de distanciamiento con China.

Mientras el oficialismo celebra la “excepcionalidad” del acuerdo, debe analizarse desde otra perspectiva: EE.UU. busca mantener su hegemonía imperialista, y este tipo de acuerdos solo obedecen a un intento por incrementar la subordinación argentina, frente a los deseos imperialistas de reforzar su posición en estas latitudes. De cara a esto, es necesario rechazar y denunciar toda forma de intervención política, económica y militar extranjera.

Permitir estos programas solo trae consecuencias ya conocidas, como la pérdida de soberanía, saqueo de recursos y el empobrecimiento de las mayorías trabajadoras y los sectores populares.

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